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Crudo y cocido: dos extremos poco saludables

Se dice que los extremos son malos y, según los expertos, esta frase también es atribuible a la nutrición, que debe mantener un justo equilibrio. No obstante, aparecen modas como la de la raw food, una dieta que no permite ningún alimento cocido ni tampoco procesado y por ende, muy restrictiva. No obstante, sí deben incorporarse a la alimentación vegetales crudos para aprovechar sus nutrientes al máximo. Por ende, quienes optan por aplicarle cocción a todas las verduras, tampoco aprovechan su potencial. El médico especialista en Nutrición Silvio Schraier explicó a DocSalud.com lo peligroso de los extremos.  

“La raw food incluye no sólo lo crudo sino los alimentos no procesados, pero que deberían serlo. Las proteínas animales son mejores que las vegetales porque contienen aminoácidos indispensables que se obtienen de la leche, el huevo y la carne. Si la leche no es pasteurizada, estoy en riesgo de consumir gérmenes nocivos. Y tanto la clara de huevo como la carne, debe ser cocida, esta última para prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), cuyo máximo generador son las hamburguesas mal cocidas”, explicó el especialista.

Según explicó el nutricionista, si sólo se eligen alimentos crudos, se pueden contar con los diversos nutrientes de un grupo de vegetales y frutas, pero faltan los aportes de hierro de buena calidad que están en las carnes y las proteínas de alta calidad  y la vitamina B12 de los productos de origen animal.

A su vez, los crudívoros también se privan del consumo de cereales como arroz, trigo, cebada y centeno junto con la legumbres, que, combinados, se suelen usar como reemplazo para los productos de origen animal. También de otros vegetales como la papa, la batata y el choclo. De más está decir que todos ellos necesitan cocción para poder ser digeridos.

El nutricionista aclaró que “se aconseja comer todos los días vegetales y frutas crudas y de colores variados, porque éstos tienen que ver con las vitaminas y minerales que contienen”. Es que durante la cocción, muchos de estos productos pierden una buena cantidad de nutrientes.

“Los vegetales que necesitan ser cocidos pierden nutrientes en el líquido de la cocción, por el calor o contacto con el agua. Por ejemplo, las verduras de la sopa o el caldo dejan parte de ese poder nutritivo porque se las hierve por mucho tiempo”, aclaró el experto.

Por eso se sugiere cuando se pueda “realizar cocciones al vapor, más rápidas, del estilo de la comida china”, en donde los alimentos se cortan pequeños para que estén listos de forma más rápida y se empleen woks que disipan el calor por todas sus paredes.

Por ende, para el Schrairer, la clave está en combinar alimentos crudos y cocidos para aprovechar todos los nutrientes, ya que los primeros no alcanzan para cubrir todas las necesidades de nutrientes que requiere el cuerpo y ciertas cocciones pueden barrer con buena parte de las propiedades de algunos productos.

La carne, un capítulo aparte

Schraier indicó que cuando este alimento se cocina bien no existe el riesgo de SUH, pero la carne tipo americana “de rápida cocción, chamuscada por afuera y roja por adentro, no está exenta de peligros”.

Pero también puso en la mira al clásico asado argentino, porque “la mezcla de sal, carbón y carne puede generar sustancias nocivas de combustión, algunas similares a las del cigarrillo”. Por eso, para el experto, lo ideal es cocinar primero la carne al carbón y salarla después y no llevarla ya salada a la parrilla.  

Por último aclaró que los productos ahumados deben ingerirse de manera moderada, ya que consumirlos todos los días aumenta el riesgo de tumores en el estómago y en el intestino.

*El Dr. Silvio Schraier (MN 57.648) es Médico Especialista en Nutrición y Director de la Carrera de Médicos Especialistas en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA (sede Hospital Italiano de Buenos Aires)

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