El buen uso del cepillo de dientes previene infecciones bucales

Para evitar su contaminación en baños compartidos, se recomienda no sumergirlos en envases de soluciones bucales. También se sugiere no guardarlos en espacios cerrados y en lo posible, almacenarlos en posición vertical.

El baño es el espacio donde habitualmente nos higienizamos. Los podemos encontrar limpios y no tanto. A veces son protagonistas por su diseño y dimensiones y otras por la falta de higiene. Pero vale la pena destacar que es en este espacio donde nos lavamos los dientes y es también donde los cepillos descansan.

Vale la pena recordar que el cepillado ayuda a remover los restos de comida y la placa bacteriana que irrita las encías y que de no desprenderse es responsable de la formación de sarro. Por lo tanto es bueno incorporar algunas recomendaciones de la American Dental Associaton (ADA):

• No es necesario sumergir los cepillos de dientes en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. Esto puede llevar a la contaminación cruzada de cepillos.

• No cubrirlos, ni guardarlos en envases cerrados (un ambiente húmedo es más favorable para el crecimiento de las bacterias que en el espacio abierto).

• No compartir los cepillos dentales.

•  Cambiar los cepillos de dientes cada 3 ó 4 meses o antes, si las cerdas parecen muy usadas o dañadas.

• Si es posible almacenar el cepillo en posición vertical, de manera que el agua se escurra entre las cerdas y hacia abajo.

• Enjuagar de manera profunda con agua de la canilla después de su uso.

Varias son las fuentes de contaminación de los cepillos dentales. En primer lugar la boca, que es el hogar de diferentes tipos de gérmenes, y después los microorganismos que están presentes en el medio ambiente y que se depositan sobre las cerdas. Este concepto es trascendental en los baños compartidos por varias personas, lo que explica que la contaminación no solo sea por gérmenes propios sino también ajenos.

En la última reunión anual de la Sociedad Americana de Microbiología (American Society for Microbiology) celebrada en junio del 2015 en Nueva Orleans, se presentaron datos preliminares en los que se documentó que el 60% de los cepillos dentales recogidos de baños de estudiantes estaban contaminados por microbios que habitan el intestino.

Para llegar a esta instancia, los investigadores recolectaron los cepillos de dientes de los estudiantes que compartían un mismo baño. Por otro lado, se documentó que cada toilette era usado por 9.4 usuarios.

Según Lauren Aber, autor del estudio y estudiante graduado de la Universidad de Quinnipiac en Hamden Connecticut, Estados Unidos, la principal preocupación es la contaminación por bacterias, virus y parásitos provenientes de la flora intestinal de otras personas que utilizan esa instalación. Una explicación posible es que los cepillos dentales quedan expuestos a los gérmenes del lugar que se  diseminan por todas las superficies sin excepción.

Si bien los microorganismos hallados por los investigadores se encuentran habitualmente en el intestino humano, algunas especies pueden ser más agresivas y transformarse en patógenas. Las enterobacterias o bacterias coliformes y las pseudomonas son las señaladas como las más frecuentes.

En la medida que el medio social (familia, instituciones estudiantiles etc.) lo permita, seguir las recomendaciones de ADA constituye la mejor herramienta para el mantenimiento de una buena salud bucal individual y colectiva.

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