Meningitis: 24 horas por toma de conciencia

La detección temprana es fundamental ya que ante la aparición de los primeros síntomas, esta patología puede agravarse y hasta provocar la muerte en un día. Se pruebe una jornada de divulgación. 

En el marco del Día Mundial de la Meningitis que se celebra cada 24 de abril, la Americas Health Foundation (AHF) desarrolló la iniciativa educativa “24 horas. Juntos contra la enfermedad meningocócica“. A través de la propuesta, se busca concientizar y participar activamente en la lucha contra la meningitis por meningococo, una enfermedad devastadora que puede ser mortal, dejar a una persona discapacitada o con secuelas graves en las primeras 24 horas, tras la aparición de los síntomas.

Esta enfermedad puede tener diferentes orígenes. Sin embargo, las causas más frecuentes son las infecciones producidas por virus y bacterias, siendo estas últimas las que generan los casos más graves, con mayor mortalidad y ocurrencia de secuelas como sordera, daño cerebral irreversible o amputaciones. Las bacterias más comunes que producen Meningitis son el Streptococcus pneumoniae (neumococo), el Haemophilus influenzae tipo b y Neisseria meningitidis (meningococo). 

Desde que se conocieron los primeros reportes de esta enfermedad a principios de 1800 hasta hoy, la meningitis por meningococo ha ido creciendo en incidencia en los territorios de América, Asia y Europa.

En América Latina se han registrado brotes recurrentes como el que hubo en Argentina en 1974, en Brasil, hubo brotes reiterados desde 1971 y, recientemente, en Chile en 2012. Ningún país de Latinoamérica está exento de sufrir un brote.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se producen en el mundo alrededor de 500.000 casos de enfermedad meningocócica al año que equivale a casi 1 caso por minuto. Este cuadro ocasiona, a su vez, alrededor de 50.000 muertes potencialmente prevenibles. Estadísticas del organismo muestran que aproximadamente el 10% de las personas que contraen la enfermedad meningocócica muere, incluso aquellas que reciben diagnóstico precoz y un tratamiento rápido y apropiado.

Familia y cirulación de gérmenes

De los 12 serogrupos de N. meningitidis, que se identificaron, cinco de ellos (los serogrupos A, B, C, W-135, Y) son responsables de casi la totalidad de los casos de la enfermedad. Estos serotipos se comportan geográficamente de manera variable y cambian constantemente. La distribución de los serogrupos cambia de un país a otro e incluso dentro del mismo país de un año a otro.  Estas cepas, cambian su material genético, volviéndose más virulentas y adquiriendo la capacidad de incrementar la transmisión a determinadas poblaciones susceptibles. El cambio de frecuencia de los serogrupos es conocido como como variabilidad de los serogrupos.

En los últimos años, en Latinoamérica, se ha registrado un cambio en los patrones epidemiológicos. Brasil, que históricamente existe una prevalencia de los serogrupos B, muestra en los últimos diez años un incremento del serogrupo C y en los estados del sur, el surgimiento del W. El serogrupo B se encuentra en una tendencia decreciente en algunos países de América Latina desde hace 3 años.

En la República Argentina, al igual que en otros países, su presencia se ha ido modificando con el tiempo. Entre 1995 y el año 2000, el serogrupo de mayor prevalencia fue el C; de 2006 a 2007, el más frecuente fue el B, que representó el 72% y el 67% de los aislamientos respectivamente. A partir de 2008 se observó un aumento progresivo de la variante W-135, que desde 2010 se ha convertido en el de mayor incidencia y, en 2012, representó el 56% de los casos reportados.

Sobre la meningitis por meningococo

La enfermedad por meningococo es una enfermedad endémica y epidémica de transmisión por vía aérea. Se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 5 a&ntntilde;os y en especial en los menores de 1 año; el principal impacto de la enfermedad se da entre los lactantes y niños pequeños. Sin embargo, en muchos países como México se observan casos en todos los grupos de edad.

El 10% de la población es portadora sana (en nariz y garganta) de la bacteria Neisseria meningitidis. El contacto cercano con un portador puede incrementar 800 veces el riesgo de adquirir la bacteria. La bacteria se puede transmitir fácilmente entre las personas por medio de la tos, el estornudo y el contacto directo, como por ejemplo a partir de un beso, o compartir un vaso. Los adolescentes y adultos jóvenes son los portadores más frecuentes de esta bacteria en relación con otros grupos etarios y pueden transmitirla a los niños pequeños, que constituyen el colectivo humano más vulnerable de contraer la enfermedad.

Se han identificado factores que favorecen la colonización del meningococo. Estos se relacionan, sobre todo, con aquello que ocasiona daño de la mucosa nasofaríngea (infecciones virales, tabaco y otros irritantes similares), que da la posibilidad a que esta bacteria invada la mucosa o bien disminuya su capacidad de eliminar el microorganismo de la nasofaringe.

La mayoría de los casos de la enfermedad meningocócica ocurre en personas sanas, sin ninguna advertencia.

La huella del meningococo

Esta afección, puede ser mortal en el 50% de los casos no tratados o no tratados a tiempo. Incluso cuando se diagnostica tempranamente y recibe tratamiento adecuado, existe un 5 a 10% de los pacientes fallece. Entre el 10 y el 20% de los que sobreviven a la enfermedad tiene secuelas graves como amputación de miembros y sordera entre otras.

Activismo en las redes

En su página de Facebook «24 horas. Juntos contra la enfermedad meningocócica» y a través de Twitter @vsmeningococo y #DíaMundialContraLaMeningitis se difunde información médica, testimonios y datos destacados de esta enfermedad que es prevenible por vacunación. 

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