Vanessa Tanasio, una madre de dos hijos de 41 años, despertó tras haber pasado 42 minutos clínicamente muerta luego de sufrir un paro cardíaco.
La mujer había sido trasladada al Monash Medical Centre de Melbourne la semana pasada, con una de sus arterias bloqueadas por completo. Fue declarada clínicamente muerta poco después de su llegada.
La expresión “clínicamente muerto” se aplica a una persona que dejó de respirar y su sangre ya no circula.
En el caso de Tanasio, los médicos no se dieron por vencidos y usaron un dispositivo de compresión llamado Lucas 2, el único de este tipo que se encuentra en Australia, para mantener el flujo de sangre hacia su cerebro. Al mismo tiempo, el cardiólogo Wally Ahmar abrió la arteria para desbloquearla.
Una vez destapada, el corazón de la mujer volvió a latir a un ritmo normal. Tanasio, por su parte, aseguró que no tenía antecedentes de enfermedades de corazón y declaró estar muy agradecida por estar viva.
