Informan avances en la lucha contra la polio

En el primer semestre del año, se notificaron menos casos que en el mismo período en 2012. Si bien disminuyeron en los países endémicos, los nuevos brotes en otras zonas y la violencia contra los vacunadores son desafíos pendientes.

La lucha mundial contra la poliomielitis no se detiene. De acuerdo con las últimas cifras dadas a conocer por la Iniciativa Global para la Erradicación de la Polio (GPEI, por sus cifras en inglés), durante el primer semestre de 2013 se notificaron 69 casos de la enfermedad en el mundo, mientras que en el mismo período del año anterior los reportes fueron 78. Si bien las notificaciones disminuyeron en los tres países que aún tienen la enfermedad –Afganistán, Pakistán y Nigeria–, en forma reciente se produjeron nuevos brotes en regiones que habían dejado de estar afectadas, como Somalia y Kenia, lo que representa un desafío para el logro de los objetivos.

“Detener la transmisión de la polio hacia fines de 2014 es una posibilidad realista”, señala el último reporte –elaborado en mayo de este año– del Comité Independiente de Monitoreo de GPEI. Este tiene como objetivo evaluar el progreso del Programa Global de Erradicación de la Polio y determinar los principales riesgos para su éxito. Según el documento, la iniciativa mejoró enormemente en los últimos años y hubo grandes avances para abordar los desafíos que se presentaron. Hoy, los brotes en áreas que estaban libres de la enfermedad y la inseguridad que enfrentan los vacunadores en ciertas regiones son parte de los obstáculos a sortear.

Nuevos casos en el Cuerno de África

Luego de seis años sin rastros de polio, Somalia confirmó el primer caso de parálisis en mayo de 2013. Se trató de una niña de 32 meses, que fue hospitalizada en la región sureste tras infectarse con el virus salvaje de tipo 1. Al 19 de junio, los reportes de afectados en ese país y Kenia crecieron a 25.

Como solo una de cada 200 infecciones produce síntomas de polio, la detección de un único caso indica que existe circulación continua del virus en la población en cuestión. Por eso, esta situación se considera como un brote y una emergencia de salud pública de interés internacional, ya que por los movimientos migratorios y los viajes la enfermedad puede diseminarse en forma global.

La respuesta de la GPEI y de los gobiernos de Somalia y Kenia fue entonces inmediata: pusieron en marcha campañas de emergencia en ambos lados de la frontera, las cuales alcanzaron a más de 2 millones de personas. En las semanas siguientes, las ampliaron hasta alcanzar a otros 5 millones de individuos. Hoy, ya planifican otras medidas para extenderlas al resto del Cuerno de África.

Ningún país está seguro hasta no concretar la erradicación global del virus de la polio. En el proceso hacia esta meta, los brotes son inevitables y están contemplados en los plazos y el presupuesto previsto por la GPEI. La aparición de nuevos casos en el África oriental, una región donde las coberturas de vacunación están por debajo de los niveles necesarios, deja en claro que mejorar las tasas de inmunización es una tarea crítica, tanto para erradicar la enfermedad como para proteger a los niños de los países que hoy están libres de polio. Las respuestas a los brotes son ahora más efectivas para limitar la severidad y duración de los mismos gracias a guías de amplia adopción a nivel internacional que se basan en nuevas vacunas y mejoras de la calidad de las operaciones de inmunización. Cabe recordar que existen tres tipos de virus de polio salvajes: todos los últimos casos registrados se debieron al tipo 1 y no ha habido notificaciones de enfermedad por el tipo 3. El virus tipo 2 no circula desde 1999.

El problema de la inseguridad

Durante el último tiempo, los oficiales de vacunación antipoliomielítica sufrieron asesinatos y ataques en Pakistán. Las dos muertes más recientes ocurrieron el pasado 16 de junio y, como respuesta, el presidente de ese país emitió una declaración que condenó los episodios y aseguró que el gobierno está fuertemente resuelto a erradicar la polio.

En este sentido, la GPEI trabaja para lograr que la comunidad y los líderes religiosos se comprometan y apoyen la vacunación. Como enfatiza el informe de su Comité Independiente de Monitoreo, todavía se necesita estimular las comunicación y la demanda de vacunas de la comunidad. También llama a los líderes políticos de los países endémicos a sostener su compromiso absoluto en pos de esta causa.

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